Fístula anal
El canal anal es la porción final del tracto intestinal. Es un canal o túnel que conecta el recto con el ano. A veces, se forma un pasaje anormal desde el canal anal hasta la piel cerca del ano. Esto se denomina fístula anal. Las fístulas anales también pueden formarse desde el canal anal a otros órganos, como la vagina o el tracto urinario.
Una fístula anal se produce con mayor frecuencia a partir de una glándula anal que ha desarrollado una infección llena de pus (absceso). Una fístula también puede ocurrir con ciertas afecciones. Estas incluyen la enfermedad de Crohn o después de la radioterapia para el cáncer en la zona pélvica, como el cáncer rectal. La lesión en el canal anal y la cirugía también pueden provocar fístulas anales. Algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS), como el herpes y la gonorrea, también pueden aumentar el riesgo de fístulas anales.
Los síntomas de una fístula anal pueden incluir:
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Picazón.
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Molestias o dolor al defecar.
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Dolor en el recto o cerca de este.
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Secreción, que puede contener sangre, pus o ambos (el drenaje puede ser constante o detenerse y comenzar nuevamente).
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Sangrado desde el recto.
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Fiebre.
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Problemas urinarios.
Si tiene un absceso anal o una infección junto con una fístula, también puede notar enrojecimiento, hinchazón o dolor en el ano o recto o cerca del ano o recto.
El tratamiento a menudo depende de la ubicación, la gravedad y la causa de la fístula anal. Por lo general, es necesario drenar el absceso.
Si es causada por la enfermedad de Crohn, una fístula anal puede responder a medicamentos, como antibióticos e inmunodepresores. Esto puede provocar el cierre completo de la fístula. Pero una vez que se detiene el tratamiento, existe una alta probabilidad de que la fístula se vuelva a formar.
Las fístulas anales a menudo requieren cirugía si otros tratamientos no corrigen el problema. El tipo de cirugía depende del tipo de fístula y la causa de la fístula. Puede ser necesaria más de 1 cirugía.
Si tiene preguntas sobre el tratamiento , su proveedor de atención médica puede ayudarlo.
Cuidados en el hogar
A medida que se recupera del tratamiento, asegúrese de tomar cualquier medicamento recetado según lo indicado. No tome ningún medicamento de venta libre sin antes hablar con su proveedor de atención médica.
También es posible que se le aconseje lo siguiente:
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Sumergirse en un baño caliente 3 o 4 veces al día.
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Use una toalla higiénica sobre el área del ano según lo indicado.
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Consumir una dieta rica en fibras.
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Beber mucho líquido.
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Usar un ablandador de heces o laxante a granel según sea necesario.
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Regrese a su rutina normal solo después de que su proveedor de atención médica le diga que está bien.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con su proveedor de atención médica o según se lo indiquen.
Cuándo consultar al médico
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de estas situaciones:
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Fiebre de 100,4 °F (38 °C) o más, o según las indicaciones de su proveedor de atención médica.
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Heces duras o dolorosas o dificultad para controlar sus deposiciones.
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Síntomas de recurrencia de la fístula anal, como dolor o secreción.
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Aumento del dolor, el enrojecimiento, la hinchazón o la secreción en el ano o recto o cerca del ano o recto
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Mucosidad, pus o sangre en las heces (color rojo oscuro o brillante).
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Dolor en el vientre que no mejora después del tratamiento o que no desaparece después de algunas horas.
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Hinchazón en el vientre que no desaparece después de algunas horas.
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Vómitos que no se detienen.
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Síntomas que empeoran o síntomas nuevos.
Para obtener más información
Los siguientes recursos pueden ayudarlo a obtener más información sobre las fístulas anales. También pueden ayudarlo a encontrar apoyo si tiene una afección como la enfermedad de Crohn.