Dermatitis del pañal, no infectada (lactante/niño pequeño)

La dermatitis del pañal es un problema común de la piel en lactantes y niños pequeños. Es una reacción inflamatoria de la piel alrededor de la zona del pañal . La erupción a menudo es roja, con pequeños bultos o escamas. Se puede diseminar rápidamente. La erupción puede aparecen en los genitales, la parte inferior del abdomen, la parte superior de los muslos y las nalgas.
La dermatitis del pañal a menudo es causada por la orina y las heces, especialmente si los pañales no cambian con frecuencia. Cuando la orina y las heces se combinan, producen amoníaco. El amoníaco es una sustancia química que irrita la piel.
La piel de los niños pequeños también puede estar irritada por sustancias químicas en toallitas para bebé, detergente para la ropa y suavizantes de telas.
Los motivos que hacen que sea más probable que un bebé tenga una dermatitis del pañal incluyen:
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Edad. La piel de los bebés es más sensible.
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Alimentos. Los cambios en lo que los bebés comen a medida que crecen provocan cambios en la composición química de las heces.
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No cambiar los pañales con la frecuencia suficiente. Contacto más prolongado con la orina y las heces hacen que sea más probable que se produzca una dermatitis del pañal.
El mejor tratamiento para la dermatitis del pañal es cambiar un pañal mojado o sucio lo antes posible. La piel sucia debe limpiarse suavemente con agua tibia. Después de que la piel se seque al aire, coloque una crema o pomada de barrera, como óxido de zinc, en la erupción. Esto puede proteger la piel de las cosas que causan la dermatitis del pañal.
En la mayoría de los casos, la erupción desaparecerá en unos días. Si la erupción no se trata, la piel puede desarrollar infección por hongos, levaduras o bacterias.
Cuidados en el hogar
Siga estos consejos al cuidar de su hijo en su casa:
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Siempre lávese bien las manos con agua tibia y jabón antes y después de cambiar el pañal de su hijo y aplicar alguna crema o pomada en la piel.
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Controle si hay pañales sucios regularmente. Cambie el pañal de su hijo tan pronto como note que está sucio. Dé pequeños golpes muy suavemente en el área para limpiar con un paño suave, húmedo y tibio. Si usa jabón, debe ser suave y sin fragancias. Bañe y limpie el área del pañal con agua y un limpiador sin jabón.
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Aplique una capa gruesa de crema o pomada de barrera sobre la erupción. La crema se puede dejar en la piel entre los cambios de pañales. Se pueden aplicar nuevas capas de crema de manera segura sobre las capas limpias previas. Se puede colocar una capa de vaselina sobre la crema de barrera. Esto evitará que la piel se adhiera al pañal.
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No limpie demasiado a las zonas de la piel afectadas. Tampoco aplique polvos, como talco o almidón de maíz, en las zonas de la piel afectadas.
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Cambie el pañal de su hijo al menos una vez por la noche. Coloque el pañal flojo.
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Permita que su hijo ande sin pañal durante algunos períodos de tiempo. La exposición de la piel al aire ayudará a sanar.
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Use una cubierta respirable para pañales de tela en lugar de pantalones de goma. Corte las piernas elásticas o la cubierta de un pañal desechable en algunos lugares. Esto permitirá que el aire llegue a la piel de su hijo.
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Use pañales superabsorbentes para reducir la cantidad de piel del bebé que se expone a la orina y las heces.
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Use toallitas para bebé que no contengan jabón, aceites esenciales u otras fragancias y detergentes agresivos que pueden irritar la piel. Los nuevos tipos de toallitas para bebé que contienen amortiguadores de pH pueden prevenir problemas cutáneos causados por cambios en el pH.
Atención de seguimiento
Haga un seguimiento con el proveedor de atención médica de su hijo según se lo indiquen.
Cuándo consultar al médico
A menos que el proveedor de atención médica de su hijo aconseje lo contrario, comuníquese de inmediato si su hijo:
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Tiene fiebre con la erupción. (consulte “La fiebre y los niños” a continuación).
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Está más irritable de lo normal o continúe llorando y no pueda calmarse.
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Tiene una erupción que no mejora o empeora después de varios días de tratamiento.
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Parece incómodo o se queja de demasiada picazón.
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Presenta nuevos síntomas, como granos, descamación de la piel, ampollas, llagas abiertas con pus, exudación o costras, piel en carne viva o sangrado.
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Tiene signos de infección en las áreas de la piel afectadas (como calor, enrojecimiento, hinchazón o filtración de líquido anormal o con olor desagradable).
La fiebre y los niños
Hay varias formas diferentes de tomar la temperatura de un niño, por ejemplo, en las nalgas (rectal), debajo del brazo o en los oídos. El enfoque más adecuado dependerá de la edad y las preferencias del niño.
Use un termómetro digital para controlar la temperatura de su hijo. No utilice un termómetro de mercurio. Existen diferentes tipos y usos de termómetros digitales. Estos incluyen:
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Rectal. En niños menores de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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Frente (temporal). Esta medición funciona para niños de 3 meses o más. Si un niño menor de 3 meses tiene signos de enfermedad, puede utilizarse como primer paso. Son fáciles de usar, cómodos para el niño y también funcionan cuando está dormido. Pero son menos precisos que otros enfoques porque las lecturas pueden verse influenciadas por cosas como el sudor en la piel. Por lo tanto, es posible que el proveedor de atención médica desee confirmar con una medición de la temperatura rectal.
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Oído (timpánica). La temperatura del oído es precisa después de los 6 meses de edad, pero no antes. Requiere práctica para encontrar el lugar correcto en el oído.
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Axilar. Es la medición menos confiable, pero puede usarse como primer paso para controlar a un niño de cualquier edad con signos de enfermedad. Es posible que el proveedor desee confirmar con una medición de la temperatura rectal.
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Boca (oral). No coloque un termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años de edad. La temperatura tomada no será precisa si el niño ha bebido bebidas calientes o frías poco antes.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para el uso correcto. Antes de insertar suavemente el termómetro en el ano, lo mejor es poner una pequeña cantidad de crema grasa primero, para que pueda deslizarse mejor y no lastimar. Insértelo suavemente. Etiquete el termómetro y asegúrese de que no se use en la boca. Puede transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué tipo usar. Cuando hable con un proveedor sobre la fiebre de su hijo, dígale qué tipo de termómetro usó.
A continuación, se presentan pautas para saber si un niño pequeño tiene fiebre. El proveedor de su hijo podrá darle otras cifras para su hijo. Siga las instrucciones específicas de su proveedor.
Lecturas de fiebre en bebés menores de 3 meses:
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Primero, pregúntele al proveedor de su hijo cómo debe tomar la temperatura.
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Rectal o temporal (frente): 38 °C (100,4 °F) o más
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Axilar: 37,2 °C (99 °F) o más
Lecturas de fiebre en niños de 3 meses a 36 meses (3 años):
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Rectal, temporal (frente) o timpánica: 38.9 °C (102 °F) o más
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Axilar: 38,3 °C (101 °F) o más
Llame al proveedor de atención médica en estos casos:
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Mediciones de temperatura repetidas de 40 °C (104 °F) o más en un niño de cualquier edad
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Fiebre de 38 °C (100.4 °F) o más en bebés menores de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más