Virus de la hepatitis C

Le han diagnosticado hepatitis C, también llamada VHC. La hepatitis es una inflamación del hígado. En su caso, se debe a una infección por el virus de la hepatitis C.
Causas
Los virus son las causas más frecuentes de la hepatitis. Otras causas pueden ser el abuso del alcohol y las drogas, toxinas químicas y problemas con el sistema inmunitario. También la diabetes, la obesidad y el síndrome metabólico.
Cuando la causa es un virus, se la llama hepatitis viral. La hepatitis viral comúnmente se debe a los virus de la hepatitis A, B y C. Otras infecciones virales también pueden producir hepatitis, como los virus que provocan la mononucleosis y la varicela.
Pero todos los virus del hígado (hepáticos) tienen algo en común: una vez que se propagan a la persona, infectan el hígado y producen la inflamación (hepatitis). Cada virus se propaga de manera diferente. Pero muchos de ellos pueden afectar la salud durante mucho tiempo. Algunas posibles complicaciones son la cirrosis, el cáncer de hígado y la insuficiencia hepática. La hepatitis A no causa una enfermedad hepática a largo plazo (crónica).
Por lo general, el VHC se propaga a través de una inyección de líquidos corporales o hemoderivados contaminados, transfusiones o consumo de drogas por vía intravenosa. También se puede propagar por tatuajes o perforaciones (piercings) hechas con instrumentos no esterilizados o por ciertos procedimientos médicos. El riesgo de contraer hepatitis C de alguien cercano y por contacto sexual es muy bajo.
Actualmente, no hay vacuna contra el VHC. La mejor manera de evitar el contagio es mantenerse alejado de las causas comunes.
Síntomas
Muchas personas que se contagian la hepatitis B y C por primera vez no tienen síntomas o son muy leves. Muchas veces esto sigue siendo así por muchos años. Pero el VHC puede dañar el hígado. Y puede volverse crónico en algunas personas. Algunos síntomas en las primeras etapas pueden ser los siguientes:
-
Cansancio, agotamiento físico o debilidad
-
Fiebre baja
-
Pérdida del apetito
-
Malestar estomacal, diarrea, náuseas o vómitos
-
Dolor de vientre (abdominal)
-
Orina de color amarillo oscuro
-
Heces de color claro o pálido (gris o de color arcilla)
-
Color amarillento en la piel o en los ojos (ictericia)
-
Dolor en las articulaciones
Estos síntomas pueden deberse a distintas afecciones. Como no son síntomas exclusivos del VHC, a muchas personas no se las diagnostica enseguida. El VHC puede volverse crónico en más del 50 % de las personas infectadas. La infección crónica por el VHC implica que transmite el virus y puede contagiarlo a otras personas. La mayoría de las personas que tienen la infección crónica (un 70 %) tendrá algún grado de enfermedad hepática crónica. En muchos casos, quizás no haya síntomas ni efectos a largo plazo. Pero con el tiempo, hay un 20 % de probabilidades de que el tejido sano del hígado se sustituya por tejido cicatricial (cirrosis). Las personas que beben mucho alcohol y las que tienen infección crónica por hepatitis B están en mayor riesgo de tener problemas crónicos. Al igual que las que tienen el hígado inflamado debido a la enfermedad de hígado graso (una afección llamada esteatohepatitis no alcohólica o EHNA).
Todas las personas que tengan hepatitis C deben hacer un control con el proveedor de atención médica al menos una vez al año, o como les hayan indicado. Esto es para asegurarse de que la inflamación del hígado no esté empeorando. Actualmente no hay ninguna vacuna contra la hepatitis C. Pero hay un tratamiento eficaz. Puede hablar sobre este tratamiento con su proveedor de atención médica. En la mayoría de los casos, se puede tratar satisfactoriamente con un medicamento que se toma por boca. Actualmente, la hepatitis C se considera curable en la mayoría de las personas que completan el tratamiento.
Cuidados en el hogar
-
Una dieta con bajo consumo de grasas saturadas y abundante en frutas y verduras es lo mejor para usted y para el hígado. Si tiene náuseas, coma poco y con frecuencia.
-
Si tiene síntomas de hepatitis, es posible que se canse con facilidad. Descanse mucho. No se esfuerce demasiado.
-
El paracetamol y los medicamentos antinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno y el naproxeno, pueden ser tóxicos para el hígado en dosis altas de uso prolongado, o si ya hay daño hepático.
-
Si tiene hepatitis, no use estos medicamentos hasta que hable al respecto con su proveedor de atención médica.
-
Si no tiene daño hepático debido a la hepatitis crónica o es leve, puede tomar paracetamol en dosis bajas (2 gramos cada 24 horas) si el proveedor de atención médica se lo permite. No use medicamentos antinflamatorios. Nunca tome paracetamol con alcohol, ya que esto aumenta el riesgo de tener daño hepático.
-
El alcohol hace que el hígado se esfuerce. Quienes tienen hepatitis no deben beber alcohol. Puede empeorar la enfermedad.
Cómo prevenir el contagio de la hepatitis
-
Por lo general, el VHC se contagia por contacto con la sangre. Nunca comparta agujas, jeringas, equipos para tatuajes ni instrumentos para administrarse drogas.
-
No intente donar sangre, órganos, tejido ni semen.
-
No comparta afeitadoras ni cepillos de dientes, aunque es poco común que la hepatitis C se transmita de esta manera.
-
Si necesita atención médica o dental, avise al personal que tiene hepatitis.
-
Si está embarazada o podría estarlo, asegúrese de decirle a su proveedor de atención médica. Existe una pequeña posibilidad de que la hepatitis C se transmita al bebé no nacido. Pero el VHC no se contagia mediante la leche materna.
-
El riesgo de contagiar el virus durante las relaciones sexuales es muy bajo, en especial si solo se tienen relaciones con una persona. Se recomienda seguir las prácticas habituales de sexo seguro, como el uso de condones de látex, si tiene relaciones con más de una persona. No es necesario cambiar las prácticas sexuales si se está en una relación a largo plazo con una sola persona.
-
El riesgo de contagio en el hogar es bajo. No es necesario evitar el contacto cercano ni dejar de compartir comidas o cubiertos.
-
El VHC no implica restricciones relacionadas con el trabajo.
Atención de seguimiento
Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica, o según le hayan indicado. Pregunte por las vacunas contra las hepatitis A y B. Tiene mayor riesgo de contraer estos tipos de hepatitis y, si ocurriera, le causarían más daño al hígado. Su pareja sexual debe comunicarse con su proveedor de atención médica y hacerse pruebas para saber si ha contraído el VHC.
Si le realizaron radiografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas o ecografías, deberá verlas un especialista. Le darán los resultados, especialmente si estos afectan al tratamiento.
Cuándo llamar al 911
Llame al 911 si tiene algo de lo siguiente:
-
Dificultad para respirar o tragar, sibilancias
-
Confusión
-
Somnolencia extrema o problemas para despertarse
-
Desmayo o pérdida del conocimiento
-
Frecuencia cardíaca acelerada
-
Vómitos con sangre o sangrado rectal abundante (heces alquitranadas o negras o con sangre roja)
Cuándo buscar atención médica
Llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de los siguientes signos o síntomas:
-
Vómitos frecuentes
-
Pérdida de peso por falta de apetito
-
Aumento del dolor o de la hinchazón en el abdomen
-
Mayor somnolencia o confusión
-
Debilidad o mareos
-
Ictericia (color amarillento en la piel o los ojos) nueva o en aumento
-
Sangrado de la nariz o de las encías; o se le hacen hematomas (moretones) con facilidad